Hermanas Walsh

sábado, 28 de febrero de 2009

EL DIARIO DE MARIAN KEYES. ENERO 2009, PARTE II







Si alguna vez tienes la oportunidad de ir a la Isla de Pascua (o Rapa Nui como lo llaman la gente que vive allí), nos quedamos en Explora, un lugar tan genial que no tengo palabras suficientes. Todo allí era maravilloso. Es muy bonito, todo escondido en el paisaje y hecho de madera y cosas naturales y no hay excesos, pero es tan cómodo y sus vistas son tan sensacionales y la comida es bonita y de nuevo no se exceden, tienes dos opciones para la cena y ya es mucho. Las cosas son encantadoras más allá de lo que pensaba, hace mucho calor, pero son eficientes. Lo saben todo acerca de tus actividades, pero no de forma horrible y autoritaria. Como cuando Él mismo y yo reservamos una entrada para un show, el personal de cocina se enteró y nos hizo la comida más temprano para que no llegáramos tarde al espectáculo. Al cual, por cierto, yo no quería ir en realidad porque lo describían como “una danza local”, así que pensé que sería para los típicos turistas. ¡Lo que quiero decir es que no puedes culparme por eso! Todos hemos pasado por esa situación. Y mientras nos tropezábamos con los agujeros del suelo no pavimentado y nos parábamos al lado de un granero de chapa de hierro ondulado, mis expectativas se fueron por la cuneta. No podía estar más equivocada. Aquello era totalmente, TOTALMENTE magnífico. Los bailarines eran absolutamente magníficos y se tomaban lo que hacían muy en serio. En ningún momento pensé que era un ejercicio de cara-dura-para-sacarme-el-dinero, en absoluto. Lo más impresionante fue que la primera bailarina que vimos realmente se parecía a Tammy, la chica tan impresionante a quien conocimos la primera noche. Pasamos casi toda la primera mitad del show es-ella-o-no-es-ella, hasta que Él mismo la reconoció por sus tatuajes. Normalmente, le hubiera dado un cachete a Él mismo por prestar tanta atención a otra mujer, pero, honestamente, era tan guapa que no lo culpé.

Lo bueno de Explora es que está todo incluido, así que puedes tomar tantas Sprite Zero como quieras (no tiene que ser Sprite Zero obligatoriamente, puede ser vino o zumo o lo que sea) y pasé algunos de los más apacibles momentos de mi vida sentada en su abierta-a-todo-el-mundo zona de bar, mirando al mar y al césped y a los caballos salvajes y a la ausencia de fealdad. Me sentía muy, muy feliz, casi tan feliz como cuando tuve la sobredosis de Emla (ver el mes pasado.) (Hablando de eso, tengo una carta de una encantadora mujer canadiense que me humilló y me recordó de nuevo que hay gente que muere de inanición o de un sobrecalentamiento climático o debido a la sobreexplotación, y me di cuenta de que cuando tuve la sobredosis de Emla, probablemente tuve una experiencia cercana a la muerte y he de decir que fue tan agradable como la gente dice que es. No vi ningún túnel ni ninguna luz blanca, pero aún así fue muy hermoso. De todas formas, tened cuidado).

Entonces, el domingo 18 de enero, nuestro último día – estuvimos sólo 4 noches, pero parecieron muchas más – yo cumplí los 15 años sin beber. Todavía no me lo creo. Qué suerte tengo.




Fuimos a Santiago un par de días. Nos advirtieron que un par de días en Santiago serían un par de días muy largos, pero, valientemente, insistimos en que queríamos ver Chile de verdad. Bien, ¿cómo lo pongo? No es Río de Janeiro, y esto probablemente es lo mejor que puedo decir. Verás. Lo que no había apreciado era que Chile es el más exitoso económicamente de la región, por lo que tienen un número de personas que trabajan muy duro. Incluso pensé que tienen el mayor número de población palestina del mundo fuera de la misma Palestina y una gran comunidad serbia y a pesar de ello no había evidencias de un vibrante cruce de culturas. Y las tiendas eran una mierda. Lo que quiera que sea que estén haciendo con su exitosa economía, desde luego, no son tiendas.

¡Y entonces! Fuimos al desierto Atacama. Para hacer senderismo y esas cosas. Ésta era la parte del viaje de Él mismo, así que no presté mucha atención, sólo pensé que serían millas y millas de nada que ver, el lugar más seco de la tierra y todo eso. Dios, qué equivocada estaba.

¡Oh, Dios, sí, el dedo del pie roto! Olvidé contártelo. El día de año nuevo, Él mismo dio una patada a un taburete (sin querer, no estaba enfadado, tipo tengo-fiebre-aftosa-patada-al-taburete) y anduvo cojo por todas partes sin ir al médico, hasta que le tuve que decir: “pretendes escalar montañas en Chile el mes que viene, eejit, ve al médico”. Así que fue y le mandaron hacer una radiografía y por supuesto, tenía un dedo del pie roto. Pero lo escayolaron y se recuperó. Estamos expuestos a accidentes.

Y sí, el Atacama. Muy alto. Muy frío durante la noche. Cerca de los Andes. Cada día subimos un poco más (allí durante 5 días, tener que hacerlo lentamente en caso de tener mal de altura).

En nuestro segundo día alcanzamos los 14.000 pies (4.300m) y estábamos a punto de de empezar la caminata cuando el guía dijo: “bueno, vamos a iniciar nuestro senderismo aquí”. Y pensé, ¿SENDERISMO? Dios mío, ¿estoy haciendo… senderismo? Entonces miré a mi alrededor y no pude ver algunos de los más pequeños picos de los Andes y cuando pregunté a Él mismo dónde estábamos, me dijo que estábamos sobre ellos. ¿Los Andes? Dije. Y estoy haciendo senderismo. Por lo tanto, ¿eso significa que estoy haciendo… senderismo sobre los Andes? Y sí, resultó que era yo. Lo más extraño del mundo, si me lo preguntáis, amigos. No sé cuándo se convirtió en senderismo en los Andes, pero parece que lo he hecho. Vete a saber.

2 comentarios:

  1. jajajj ayyy! me encanta! Es como leer libros suyos ajajaj cómo me gusta! Millones de gracias, Lina!!

    ResponderEliminar
  2. De nada, aún queda una tercera parte!!

    ResponderEliminar